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domingo, 28 de mayo de 2017

¿Cuáles son los factores de riesgo del infarto?



En las enfermedades cardiovasculares la clave fundamental es la prevención. Para esto es necesario conocer bien cuáles son los factores de riesgo y saber si uno tiene mayor o menor predisposición. Por eso, en este post explicaremos cada uno de los puntos que ponen a la persona en mayor riesgo de padecer una enfermedad coronaria que termine derivando en infarto.

-Hipertesión arterial
Es de las enfermedades cardiovasculares más comunes. El corazón bombea la sangre oxigenada a través de las arterias y hacia todos los órganos del cuerpo. Cuando la sangre transita por las arterias genera una presión. Hipertensión es cuando el promedio de la presión sitólica (también llamada máxima se mide cuando el corazón se contrae) y diastólica (mínima, se mide con el corazón en reposo) supera el límite de 140 mmhg para la primera y  90 mmhg para la segunda.
Como este punto se refiere a la fuerza que ejerce la sangre al pasar por las arterias, si las arterias contienen placas de colesterol inestable, esta presión puede movilizarlas y causar un bloque que derive en un infarto.
La hipertensión puede regularse con medicación y con un estilo de vida saludable.

-Tabaquismo

Esta enfermedad se lleva el primer puesto  como causa de muerte prevenible, según la Organización Mundial de la Salud. Es la adicción a la nicotina que contienen los cigarrillos, además de otros miles de químicos más. Hay muchas enfermedades que se relacionan con el hábito de fumar (cáncer, EPOC, trombosis, etc), pero una de las principales son las cardiovasculares. Los infartos, las obstrucciones coronarias, de arterias en las piernas, del cerebro o la aorta, como también arritmias.

Solo fumar un cigarrillo al día, aumenta el riesgo de infarto cardíaco y ACV. Las posibilidad de padecer una cardiopatía es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este vicio. Un ex fumador puede recuperar su salud, ya que cuanto más tiempo pase sin exposición al humo, más se diluyen los efectos negativos, aunque no desaparecen por completo. La incidencia de la patología coronaria es tres veces mayor en fumadores que en no fumadores.
La nicotina y el monóxido de carbono son los responsables de producir isquemia cardíaca. La primera libera adrenalina y noradrenalina que dañan las paredes internas de las arterias, también aumenta el tono coronario con espasmo, genera alteraciones en la coagulación, sube el colesterol LDL (llamado “malo”) y reduce el HDL. En el caso del Monóxido de carbono sus efectos están relacionados a la disminución de oxígeno al músculo cardíaco y el aumento de colesterol y de agregabilidad plaquetaria (es decir la capacidad de formar coágulos).


-Dislipidemia
Este punto se refiere a la alteración de los triglicéridos y del colesterol. El colesterol forma parte de la estructura de la membrana de las células, sirve para la producción de las hormonas cortisol, aldosterona y las sexuales. También participa de la producción de vitamina D y sales biliares. Su manera de circular por el organismo es a través de partículas llamadas lipoproteínas y hay tres tipos: LDL, HDL y VLDL. El LDL es el que contribuye con el depósito de grasas en las paredes de las arterias, que son las que forman las placas que estrechan el diámetro de la arteria y por ende, el espacio por el que circula la sangre. Cuando estas placas cierran el paso por completo, impiden que la sangre llegue al corazón y los tejidos irrigados mueren. A esto se le llama infarto de miocardio.
El nivel de colesterol total en sangre debe estar entre 150 y 200 mg/dl para estar en los parámetros normales, si es superior puede ser perjudicial para el cuerpo y relacionarse con la arterioesclerosis. Para que el LDL sea un valor normal tiene que ser menor a 130 mg/dl (sin embargo los pacientes cardíacos deben mantenerlo bajo los 100). Los valores normales del HDL en mujeres es mayor de 50 y en hombres mayor a 40 mg/dl.
Cuando el paciente sufre dislipidemia puede presentar acumulación de colesterol en la piel o en los tendones, también los xantelasmas palpebrales (colesterol en los párpados), anillos corneales (un círculo amarillento alrededor de la córnea).
Los Triglicéridos también son lípidos pero están en el tejido adiposo e intervienen en el endurecimiento y estrechamiento de las arterias. Los triglicéridos se almacenan en los tejidos como reservas de energía para los músculos y el cerebro. El nivel normal de triglicéridos en sangre debe ser menor a 150 mg/dl. Si es mayor, comienza a enfermar a las arterias. Están estrechamente vinculados a la diabetes y a la obesidad.

-Sedentarismo
El ejercicio es bueno para regular el peso, disminuir la grasa corporal, fortalecer el músculo cardíaco. Las personas sedentarias son más propensas a la obesidad y a desarrollar las enfermedades asociadas a la misma. Quienes se ejercitan regularmente tienen menos infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y cáncer de colon, mama y vejiga.
El ejercicio también controla la diabetes, la hipertensión y el colesterol, así como reduce el estrés y la ansiedad.
Pero uno de los beneficios principales que aporta el ejercicio es mejorar las células que recubren las arterias por dentro.
Se recomienda al menos realizar 30 minutos diarios de ejercicio, que puede ser desde una caminata hasta una rutina de entrenamiento más intensa. Los pacientes que tienen enfermedad cardíaca deben consultar con su cardiólogo la intensidad y el estilo de ejercicios que pueden realizar.
infarto


-Consumo de drogas y alcohol
El alcohol en exceso y a lo largo del tiempo puede dañar el corazón, ya que es tóxico para el músculo cardíaco y lo debilita. Según estudios realizados en animales, el etanol deprime la contracción del miocardio y además, libera catecolaminas desde la médula suprarrenal, lo que puede disfrazar la depresión del músculo cardíaco. Con el tiempo, este desgaste, puede producir miocardiopatía dilatada (corazón dilatado) y derivar en insuficiencia cardíaca. En algunos casos, el alcohol también puede generar arritmias como la fibrilación auricular.
En referencia al consumo de drogas (sustancias adictivas usadas para la estimulación o depresión del sistema nervioso central), cada tipo en especial tiene diferentes efectos y consecuencias en el cuerpo humano. Por ejemplo, la cocaína y sus derivados actúan sobre el sistema cardiovascular como consecuencia de la activación del sistema nervioso simpático. La adrenalina aumenta su concentración hasta cinco veces por sobre los niveles normales, se produce taquicardia, vasoconstricción e hipertensión. Según la Fundación del Corazón el peligro de sufrir un infarto agudo de miocardio en personas de bajo riesgo es 24 veces superior durante los 60 minutos siguientes al consumo de cocaína (independientemente de la dosis o de si es la primera vez que se consume). El éxtasis tiene consecuencias muy similares ya que estimulan la liberación de noradrenalina, dopamina y serotonina del sistema nervioso central.
En el caso de la marihuana, la dosis sí importa en los efectos cardiovasculares. Cuando es baja o moderada genera taquicardia y aumento del gasto cardíaco. Cuando la dosis es elevada genera bradicardia e hipotensión (baja de presión).Según la Fundación del Corazón el riesgo de infarto es 4,8 veces superior en los 60 minutos siguientes al consumo.

-Diabetes

es una enfermedad crónica referida a la alteración de la producción de la hormona insulina (disminuye o desaparece), lo que lleva a una elevación de la concentración de azúcar (glucosa) en la sangre. El nivel de azúcar en sangre en ayunas no debe superar los 126 mg/dl para ser normal.
Los pacientes con diabetes tienen mayor riesgo de ACV y enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio o angina de pecho. Además, pueden cursar eventos cardíacos de manera asintomática lo que hace más difícil el diagnóstico y el tratamiento a tiempo.

-Obesidad
También se trata de una enfermedad crónica en la que hay excesivo tejido adiposo (grasa). La obesidad es de los principales factores de riesgo para el infarto y otras enfermedades coronarias. Está asociada a la mala alimentación y el sedentarismo. Trae complicaciones como altos niveles de colesterol y triglicéridos, así como diabetes, hipertensión, trombosis venosa profunda, síndrome metabólico y problemas en los huesos y articulaciones, entre otros.


-Genética
La herencia es algo de lo que nadie puede escapar. Si hay antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, las posibilidades de padecerlo son mayores. Por eso la prevención es fundamental.
La etnia también influye, los descendientes de raza africana tienen mayor probabilidades de sufrir enfermedad coronaria.



miércoles, 19 de abril de 2017

¿Es posible prevenir las enfermedades cardíacas?

En la medicina en general la prevención es la mejor manera de mantener la salud en buen estado, en la salud cardiovascular es un factor clave.  Detectar a tiempo las enfermedades y tratarlas es la diferencia que puede salvar una vida.  A continuación les daré puntos para poder realizar una buena prevención.


-CONTROLES MÉDICOS PERIÓDICOS:  un paciente con hipertensión arterial requiere al menos, dos controles al año (a parte de su control domiciliario).  El médico puede enviar examen de laboratorio completo.


-CONTROLES EN CASA: hay ciertos parámetros que uno puede medir y monitorear en casa. Por ejemplo, es útil tener un tensiómetro en casa para poder tomar la presión arterial si se siente algún síntoma o si ya tiene un episodio de hipertensión como antecedente, se podrá llevar un registro diario de cómo se comporta presión.  Con el pulso también se puede hacer lo mismo, uno puede aprender a tomárselo sintiendo las arterias o puede ayudarse de una aplicación del celular.

-FACTOR HEREDIARIO: En el caso de tener antecedentes familiares con enfermedades cardiovasculares, esto debe ser una señal de alerta para prestar atención a nuestro cuerpo y para adoptar un modo de vida saludable.

-ELIMINACIÓN DE MALOS HÁBITOS: el alcohol y el cigarrillo tienen un efecto negativo en la salud cardiovascular. Fumar aumenta el riesgo de trombosis y reduce el calibre de las arterias coronarias. El alcohol aumenta el riesgo de infarto cardíacos. Puede generar cardiopatía alcohólica. Solo el vino tinto bebido con moderación tiene efectos positivos, por los taninos que posee. Lo recomendado es una copa de vino, tres a cuatro veces a la semana.

-NIVELES DE COLESTEROL y TRIGLICÉRIDOS: para tener una buena salud hay que mantener el colesterol total por debajo de 200 y los triglicéridos por debajo de 150. El LDL menor de 100 y el HDL mayor de 40. Para esto hay que tener una dieta baja en grasas saturadas, evitar comer frituras en exceso, evitar el aceite de palma de coco. En lo posible usar aceite de oliva. 

-DIETA HIPOSÓDICA Y BALANCEADA:  La sal aumenta la presión arterial y lo recomendado es no superar los cinco gramos diarios. Pero la dieta también debe incorporar verduras (medio kilo o seis porciones) y omega 3 (presente en pescados, semillas y frutos secos, o como suplemento). 



-EJERCICIO: ayuda a prevenir y disminuir los efectos de algunas enfermedades. Lo recomendado son 30 minutos diarios para tener un estilo de vida sano. No solamente cuenta como ejercicio correr, hacer abdominales, levantar peso o practicar un baile o deporte, hay otro tipo de ejercicio de menor intensidad que es recomendable para las personas mayores puedan ejercitarse y mejorar su calidad de vida. Un ejemplo de esto son las caminatas (que mejoran el sistema circulatorio), el yoga, Tai Chi, pilates, natación, ejercicios del estilo de extensiones de piernas y flexiones, sentadillas, supinación, elevación del tronco.



viernes, 20 de febrero de 2015

Su cintura habla de usted

La circunferencia abdominal es indicador de salud. Superar los límites conlleva a una mayor predisposición a sufrir enfermedades. Entérese qué dice su cintura de usted.





Los principales indicadores de la salud nutricional son el peso y el índice de masa corporal (IMC). Éste último se utiliza para determinar el tipo de estado nutricional, que se clasifica en infrapeso, tipos de delgadez, peso normal, sobrepeso y distintos niveles de obesidad. Sin embargo, ninguno de estos dos indicadores mide el porcentaje de grasa que tiene el cuerpo. Ya que un kilo de grasa ocupa mucho más espacio que un kilo de músculo. Así que la manera más fácil de saber cuál es el nivel de grasa de nuestro cuerpo es midiendo la circunferencia abdominal. Para hacerlo de manera correcta se debe tomar una cinta métrica, la persona debe estar de pie con los pies juntos y los brazos a  los costados.  Se rodea el abdomen con la cinta a la altura del ombligo, con el abdomen relajado, se toma la medida.
En las personas, la grasa puede depositarse en brazos, glúteos y piernas (forma de pera), o en la zona abdominal (forma de manzana). Los del segundo tipo son más propensos a sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre otras patologías. Ya que la grasa acumulada también se deposita en los principales órganos del cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó las medidas límite para cada sexo. Para la mujer, el límite de la cintura antes de comenzar a correr riesgos es de 88 centímetros, mientras que de los hombres es de 102. Los porcentajes de grasa corporal en un adulto sano son entre el 12 y el 20 porciento para los hombres y el 20 y el 30 porciento para las mujeres.

Los riesgo
Cuando se superan los 88 y 102 centímetros de circunferencia abdominal, aumentan los riesgos de sufrir alteraciones del colesterol, aumento de triglicéridos, mayor riesgo a sufrir gota,  diabetes, hipertensión y trombosis. La acumulación de grasa no sólo radica en los hábitos alimenticios, el consumo de tabaco, estrés y sedentarismo, también existen factores genéticos y hormonales que predisponen a ello.
En el caso de la diabetes tipo dos, un perímetro abdominal mayor a 103 centímetros en el caso de las mujeres aumenta catorce veces las posibilidades de sufrir la enfermedad. En el caso del hombre, si supera los 112 centímetros tendrá siete veces más posibilidades de tener diabetes tipo dos.
En el caso del infarto, se realizó un estudio a mujeres en Estados Unidos, en 2008 que concluyó que aquellas que tenían perímetro abdominal elevado tenían el doble de riesgo de morir de infarto de miocardio que aquellas que tenían menos de 70 centímetros. Para las mujeres, una cintura mayor de 90 centímetros aumenta los riesgos de enfermedades cardiovasculares y cáncer (este último el 63 por ciento más).

Cintura y muerte súbita
Otro de los riesgos que se corre al tener panza es la muerte súbita, que es la muerte por una pérdida abrupta de la función cardíaca, se produce inesperadamente y en menos de una hora luego de que comenzaron los síntomas. Así lo descubrió el el equipo de Ahmet Selcuk Adabag, del Centro Médico de Asuntos de Veteranos, en Minéapolis a través de una investigación en la que se tomaron casos de  14.941 hombres y mujeres, de un promedio de 54 años de edad que se siguieron durante 13 años. Durante el estudio -que fue publicado en la revista Heart de la Sociedad Cardiovascular Británica- se produjeron 253 muertes cardíacas súbitas . Los investigadores encontraron que los pacientes con una relación más alta de cintura-cadera, tenían más del doble de riesgo de muerte cardíaca súbita, que aquellos cuya proporción era normal.
Una de las grandes sorpresas fue que el índice mayor estaba entre los no fumadores, pero los médicos no pudieron identificar el motivo.

¿Cómo reducir la grasa abdominal?
La hidratación es un factor muy importante porque ayuda a evitar la retención de líquidos. Dentro de la dieta se debe eliminar las grasas saturadas, los azúcares y las calorías excesivas. Pero es importante no realizar restricciones calóricas severas porque produce que el metabolismo sea más lento y el cuerpo tarda más en eliminar las grasas. Entre los cambios de hábitos alimenticios se recomienda hacer cenas livianas y no irse a dormir justo después de comer.
El ejercicio es clave para quemar grasas, lo aconsejable es combinar aeróbico con ejercicios de fuerza para tener un fuerte gasto calórico, a la vez que se fortalecen los músculos y aumenta el metabolismo basal (valor mínimo de energía que necesita una persona en estado de reposo), ya que a mayor musculatura mayor metabolismo basal.