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martes, 16 de mayo de 2017

Diferencias entre dispositivos cardíacos

Muchas veces para el paciente, y sobre todo para sus familiares es difícil entender la diferencia entre los dispositivos cardíacos y para qué sirven. A simple vista los marcapasos, resincronizadores cardíacos y cardiodesfibriladores implantables (CDI) son muy similares: tienen forma muy similar y varían levemente en su tamaño, los tres se implantan debajo del hombro izquierdo y llevan cables electrodos (depende el modelo y el tipo de dispositivo varía la cantidad) hasta el corazón, tienen post operatorios similares y también los tres se indican para tratar las arritmias. Sin embargo este es el punto que los diferencia porque si bien tratan las alteraciones eléctricas del corazón, cada uno de ellos está indicado para tipos de arritmia diferentes y asociado a patologías distintas también.

El Marcapasos está indicado para:
  • Bloqueo auriculoventricular completo
  • Bradicardia sinusal sintomática
  • Paro sinusal
  • Fibrilación auricular de baja respuesta ventricular
  • Existen otras condiciones en donde el médico evalúa la indicación de un marcapasos poniendo en la balanza el riesgo y beneficio.
   El resincronizador está indicado para:

  • Insuficiencia Cardíaca cuando la condición crónica está asociada a bloqueo completo de rama izquierda.
  • Fracción y eyección <35 por ciento
  • Clase funcional III-IV y II-III (NYHA).
  • Tratamiento óptimo por al menos 6 meses.

El Cardiodesfibrilador Implantable está indicado:


  • Pacientes con riesgo de muerte súbita con arritmias como taquicardia ventricular y fibrilación ventricular. 
  • Se indica en quienes que hayan tenido episodios de estas arritmias, o que su corazón esté débil o sea demasiado grande como para poder bombear correctamente. 






domingo, 9 de abril de 2017

¿Qué es un cardiodesfibrilador implantable?









La imagen en las películas donde hay escenas de resucitación está bastante extendida en el recuerdo de la gente. El electro del paciente enciende la alarma y comienza a hacer rayas irregulares, los médicos corren, toman las paletas, despejan la zona y descargan un shock eléctrico sobre el paciente. En la mayoría de las historias de ficción, el paciente recupera sus latidos normales y todos festejan.

Tener un cardiodesfibrilador implantable (CDI) es tener un dispositivo que puede reaccionar inmediatamente y dar la descarga eléctrica para desfibrilar el corazón, eliminar la arritmia y hacer que que el órgano recupere el ritmo sinusal.

El CDI detecta cualquier latido cardíaco rápido y potencialmente mortal. Para esto está compuesto de tres partes. Por un lado el generador de pulso, compuesto por una batería y circuitos que leen la actividad eléctrica del corazón. Por otro lado, los electrodos (cables) pasan a través de las venas y que conectan el dispositivo con el corazón. Pueden ser entre uno y tres. La tercera parte que compone este dispositivo es un marcapasos incorporado por si el órgano necesita electroestimulación después de latir demasiado lento, demasiado rápido o luego de una descarga de CDI.

El procedimiento para implantar un CDI es muy similar al de un marcapasos y el tamaño es sólamente un poco más grande que el marcapasos. El sitio de colocación también es en el hombro izquierdo, por debajo de la clavícula.



¿Quiénes usan un cardiodesfibrilador?

Una de mis pacientes le gustaba decir cada vez que venía a los controles que llegaba a chequear “el angelito de la guarda que le había colocado”. El CDI está indicado para pacientes que tienen alto riesgo de muerte súbita debido a arritmias mortales como taquicardia ventricular o fibrilación ventricular.

Los candidatos a un implante de CDI son pacientes que hayan tenido episodios de estas arritmias, o que su corazón esté débil o sea demasiado grande como para poder bombear correctamente para que la sangre pueda llegar a otros órganos, o que sufra alguna enfermedad cardíaca congénita.




¿Qué criterios se utilizan para diagnosticar la necesidad del implante del CDI?

Los criterios son prácticamente los mismos que para un resincronizador cardíaco, pero sin la rama izquierda. Es decir, tener disfunción ventricular severa, 40 por ciento los pacientes que son isquémicos y menos del 35 por ciento los que son idiopáticos. Otro criterio es que tras la realización de un el holter se haya encontrado arritmias ventriculares, que hayan sufrido desmayos o que hayan tenido una muerte súbita resucitada.



¿Qué hacer si el cardiodesfibrilador hace una descarga?

Siempre que haya habido un episodio de descarga, debes recurrir a tu cardiólogo para que interrogue al dispositivo y vea los registros de lo que sucedió en el momento que el CDI se puso en funcionamiento. El profesional podrá evaluar si se debió a una arritmia que afectó el correcto bombeo del corazón y por eso se activó. Puede pasar que el CDI realice descargas que el paciente no necesita. En este caso, puede ser que el dispositivo necesite ser reprogramado y en algunos casos, cambiado, si es que no está funcionando correctamente.




¿Cómo es el post operatorio?

Al igual que el implante de marcapasos y resincronizadores, tras la cirugía el paciente sale al día siguiente del hospital. Luego, el paciente tendrá que hacer quince días de reposo, cuidando los movimientos que hace con el brazo del lado que se implantó el CDI y con levantar peso. A los 15 días se realiza el primer control con el médico, luego al mes y después a los tres y seis meses. A menos que suceda algún episodio que amerite recurrir al cardiólogo.

lunes, 4 de julio de 2016

¿Qué es la muerte súbita?

Qué pasa en el cuerpo cuando un evento de estos sucede, qué lo
provoca, cómo se previene, cómo actuar.

La sangre deja de fluir, no irriga los órganos y sobre todo no llega al cerebro. Esto produce una pérdida de conciencia y la muerte que se da de forma inesperada. Minutos antes de perder la conciencia se empiezan a sentir los síntomas. Puede suceder en personas con enfermedad cardíaca diagnosticada o desconocida. El corazón empieza a latir peligrosamente rápido, haciendo que tiemble en lugar de bombear sangre al cuerpo y al cerebro. En pocos minutos llega la muerte.
Palpitaciones, dolor de pecho, mareo y finalmente desmayo, son las señales que se presentan. La mayoría de las veces, la muerte súbita está relacionada con una arritmia cardíaca maligna que produce un paro cardíaco. Las más comunes son la fibrilación auricular y la taquicardia ventricular. Las personas que sufren enfermedades en las arterias coronarias tienen un factor de riesgo más alto, ya que hay una relación de 80 por ciento entre estos eventos y esa patología.


Los deportistas también pueden sufrir muerte súbita, a pesar de llevar una vida y alimentación sanas. Muchas veces no puede conocerse las causas de estas muertes inesperadas y el diagnóstico escapa a los controles médicos de rutina, sin embargo, algunas razones frecuentes son la miocardiopatía hipertrófica (enfermedades que afectan al músculo del corazón y al bombeo de la sangre) y la displasia arritmogénica de ventrículo derecho (enfermedad congénita caracterizada por la atrofia muscular y reemplazo del miocardio ventricular derecho por tejido adiposo o fibroadiposo).
En algunas ocasiones el paciente se recupera solo de la muerte súbita, que puede confundirse con un simple desmayo. En otras ocasiones, es necesario desfibrilar al paciente (con una descarga eléctrica) o hacerle Resucitación Cardio Pulmonar (RCP).  Es importante en todos los casos llamar a la emergencia, antes de comenzar a asistir al paciente.

resucitación manual
cardio desfibrilador automático


En algunos países es obligatorio que exista un equipo de cardioversión eléctrica externa en los lugares de concurrencia masiva como pueden ser aeropuertos, museos, estadios de fútbol, malls, clubes, dependencias públicas, entre otros. Los propietarios de los lugares están obligados a comprar los dispositivos e instruir a su personal en cómo utilizarlos.Un estudio publicado en New England Journal of Medicine, encabezado por el doctor Myron L. Weisfeldt, director del Departamento de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore; prueba que las probabilidades de sobrevivir a un paro cardíaco son mayores si lo causa una arritmia "desfibrilable" y si los transeúntes pueden administrar reanimación cardiopulmonar (RCP) y un choque con un desfibrilador externo automático (DEA) que esté a mano. El equipo de Weisfeldt recopiló datos sobre 12.930 paros cardíacos (2.042 ocurrieron en un lugar público y 9.564 en el hogar). El 79 por ciento eran arritmias desfibrilables, entre estos tipos de paros cardíacos, el 34 por ciento de las personas que fueron tratadas con un DEA usado por un espectador en un lugar público sobrevivieron y fueron dadas de alta del hospital.

En los pacientes diagnosticados con riesgo de muerte súbita, se les suele colocar cardio desfibriladores  implantables (son de tamaño y aspecto similar al marcapaso pero realizan de manera automática e inmediata la desfibrilación para recuperar al paciente).  Son indicados para personas con arritmias malignas, insuficiencia cardíaca y para aquellos que han presentado ya muerte súbita y fueron reanimados con éxito.