martes, 25 de abril de 2017

Cómo cuidarse luego de un infarto al corazón

fotos:Paho

Sobrevivir a un infarto implica hacer algunos cambios en el estilo de vida y la dieta. La mayoría de las personas, tras sufrir un evento de este tipo retoman su vida y sus trabajos sin que su productividad se vea afectada. Todo depende de qué tan grande fue el evento.
Infarto es cuando una parte del tejido del órgano cardíaco muere por falta de irrigación de sangre. Si el área afectada fue grande, las secuelas serán más complejas. También afecta el grado de enfermedad coronaria que se posea y el estado de las arterias.

Las primeras semanas
Tras el infarto el médico evaluará cuál será el tratamiento a elegir, generalmente se indica medicación, dieta y en algunos casos procedimientos quirúrgicos.
Luego del ataque cardíaco una de las recomendaciones principales es obtener un buen descanso, los pacientes cardíacos deben descansar antes de sentirse demasiado cansados, para esto es ideal tomar siestas si se siente falto de energía. Aunque el descanso es importante, los profesionales recomiendan regresar a la vida social en cuanto se esté recuperado. Es importante para que el paciente pueda distraerse de lo que ha pasado y esto ayuda en su recuperación. En muchos sobrevivientes de un infarto suelen surgir síntomas de depresión en los meses siguientes al ataque. Las emociones juegan un rol importante en la recuperación y en muchos casos también hay sentimientos de enojo y miedo a morir o a que se vuelva a repetir un infarto. Es importante que el entorno del paciente esté atento a que estos sentimientos no empiecen a interferir con la recuperación, afectando por ejemplo al sueño y al apetito, entre otros.
A pesar de que parezca extraño, puede ser que su cardiólogo le pida que incremente la actividad física que realiza a diario, en comparación a lo que hacía antes del infarto, pero todo dependerá del paciente y de su estado de salud.
En el lapso de unos 15 días, tras el infarto, el paciente puede retomar las actividades laborales, si el evento no afecto una zona muy amplia del órgano o si el trabajo del paciente no requiere esfuerzos físicos. A veces, la licencia puede extenderse hasta tres meses.

Medicaciones
Después de un infarto es importante mantener un control a los 15 días y luego a los 30 días del mismo, y a los tres meses. Dado que el médico requerirá constantemente un ajuste de medicación, adaptando la misma a la clase funcional con la que el paciente es dado de alta. Si se instauró un tratamiento endovascular o por cirugía cardíaca, o no se trató invasivamente el infarto; las medicaciones recomendadas son las siguientes: 
  • Antiagregantes plaquetarios: evitan que la agregación plaquetaria terminen de obstruir o infartar la arteria, al actuar sobre la plaqueta e inhibirla. Es indispensable mantener el uso de estas medicaciones después de colocar un stent. Su uso continuo condiciona la permeabilidad del stent y evita que este tenga estenosis.
  • Betabloqueantes: ya sean cardioselectivos o no, los betabloqueantes tienen un efecto inotrópico negativo y disminuye el consumo de oxígeno por las células miocárdicas enfermas. Disminuye la mortalidad después del infarto y las internaciones por insuficiencia cardíaca y la muerte súbita. Por esto, el médico deba titular su dosis de acuerdo a la tolerancia del paciente y requiera varias consultas con el mismo.
  • Varios: el uso de diuréticos, antihipertensivos y vasodilatadores será usado en cada caso particular, de acuerdo a las necesidades del paciente. 


Cambio de vida
Un cambio de vida es importante y necesario, ya que una vez que se tuvo un infarto se es más propenso a sufrir uno nuevo y el cuerpo ya ha dado la alerta de que algo se estaba haciendo mal.
Los principales puntos son: eliminar el tabaco de su vida, hacer actividad física regular (ayudará a bajar el estrés, mejorar el estado de ánimo, bajar de peso, los niveles de colesterol y la presión arterial) y tener una dieta saludable (con todos los nutrientes necesarios, baja en grasas y en sodio).


Es importante mantener bajos niveles de colesterol en la sangre y sobre todo la presión arterial controlada, ya que la hipertensión eleva el riesgo de infarto o acv.

El estrés es otro factor que afecta a los pacientes cardíacos. Está probada la relación entre riesgo de enfermedad coronaria y estrés. El estrés lleva a las personas a sobre actuar, a buscar calmar la ansiedad con cigarrillo o alcohol, y eleva la presión arterial. 




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