Con ayuda de estos
estudios, el cardiólogo puede diagnosticar alteraciones en el ritmo cardíaco.
MONITOR DE EVENTOS CARDÍACOS
Hay varios tipos:
- Holter tradicional
Es un monitor que registra
los ritmos cardíacos durante 24 o 48 horas. Sirve para diagnosticar
episodios arrítmicos y para detectar y asociar el ritmo cardíaco con los
síntomas que manifestó el paciente en la consulta. Es importante que el paciente realice sus
actividades normales y lleve un diario
de lo que hace durante la prueba para que el médico contextualice los
episodios.
La rutina diaria
tendrá algunas limitaciones, por ejemplo ejercicios que impliquen esfuerzo
físico. El paciente no podrá bañarse durante el tiempo que esté usando el
aparato y mucho menos sumergirse en una piscina. El monitor no puede humedecerse. Deberá tener cuidado al vestirse y
desvestirse de no mover o desconectar
los electrodos. Son fáciles de recolocar, usted mismo podrá hacerlo.
- · Implantable
Se implanta debajo de
la piel en el tórax. El procedimiento es sencillo y debe cuidarse la herida
los días posteriores a la cirugía. Los pacientes deberán asistir al médico
periódicamente para que el profesional descargue la información de sus ritmos
cardíacos registrados por el monitor. El tiempo que la persona tendrá el
monitor implantado será decisión del profesional.
Otra opción es que el paciente se lleve a su casa por un
periodo de tiempo determinado un holter sin
cables y lo tenga cerca siempre. Cuando siente algún síntoma debe apoyar sus
manos sobre los sensores para que el monitor registre el ritmo cardíaco.
ERGOMETRÍA
También se la conoce como prueba de esfuerzo, ya que consiste en monitorear al paciente
mientras realiza ejercicio en bicicleta
fija o caminadora. Valora la respuesta del corazón frente al ejercicio.
Se realizan dos electrocardiogramas antes de iniciar la
prueba de esfuerzo, uno con el paciente acostado y otro con el paciente de pie.
Cuando la persona se pone en movimiento se mantiene un control electrocardigráfico
en todo momento. Se registra el tiempo de recuperación tras la prueba. En
algunos casos también se mide la presión arterial.
TILT TEST
Está indicado para pacientes que sienten mareos, sensación
de estar aturdidos, con o sin pérdida de conciencia. Estos síntomas
generalmente se sospecha que están asociados con la baja de la presión y la taquicardia.
Se utiliza para diagnosticar síncope y
disautonomía o enfermedad vaso vagal (una alteración del Sistema Nervioso
Autónomo que es el que regula funciones como el pulso, la presión, la
temperatura y la respiración).
Se acuesta al paciente en
una camilla en posición horizontal y se le hace control de
electrocardiograma, presión arterial y ritmo cardíaco. La misma cama cambia a posición vertical (entre 60 y
80 grados). La prueba termina cuando el
paciente se desmaya o desarrolla alguno de los síntomas significativamente.
ESTUDIO ELECTROFISIOLÓGICO
Sirve para evaluar
las funciones eléctricas del corazón y detectar latidos anormales o arritmias.
Es un procedimiento mínimamente invasivo pero debe realizarse en un
quirófano. A través de catéteres
insertados por las venas del cuello o la ingle, se llega al corazón guiándose
por imágenes radiológicas y reconstrucción tridimensional de la anatomía
cardíaca. Se colocan en el corazón electrodos que toman las señales eléctricas
del órgano y que permiten determinar si hay anomalías.
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