martes, 30 de mayo de 2017

Síntomas de la insuficiencia cardíaca




Hablamos de insuficiencia cardíaca cuando el corazón no recibe de manera eficiente la sangre desde los pulmones y la periferia, y además, no es capaz de bombear la sangre para que llegue a los tejidos. Existen varias causas que pueden derivar en insuficiencia cardíaca, la más frecuente es el infarto de miocardio o una enfermedad coronaria crónica. También se puede generar a partir de enfermedad de las válvulas, de arritmias o enfermedad del músculo.
Esta enfermedad cardíaca puede aparecer abruptamente cuando por ejemplo hay una miocarditis o infecciones; pero también puede tener una aparición progresiva con un avance lento, esto se produce cuando hay infartos y secuelas de infartos grandes. En este último caso se convierte en una condición crónica y se asocia al bloque completo de rama izquierda (el disincronismo que genera ese bloqueo entre los dos ventrículos produce un mal uso de los volúmenes cardíacos, lo cual puede terminar en el empeoramiento del paciente).


 Los síntomas de la insuficiencia cardíaca son:

  • ·         Cansancio extremo
  • ·         Dificultad para respirar
  • ·         Edemas
  • ·         Hinchazón en las extremidades
  • ·         Retención de líquidos
  • ·         Piel azulada
  • ·         Fatiga
  • ·         Mayor necesidad de orinar en las noches
  • ·         Disnea paroxística nocturna (necesidad de dormir sentado para poder respirar correctamente).
  • ·         Congestión
  • ·         Tos
  • ·         Falta de aire
  • ·         Caída de la presión arterial
  • ·         Falta de fuerza
  • ·         Bajar de peso
  •       Bendopnea (en insuficiencia cardíaca avanzada)



Hay una escala que sirve de guía a los cardiólogos para conocer la clase funcional que tiene cuatro etapas y se basa en las limitaciones físicas que los síntomas que sufre le determinan al paciente.





domingo, 28 de mayo de 2017

¿Cuáles son los factores de riesgo del infarto?



En las enfermedades cardiovasculares la clave fundamental es la prevención. Para esto es necesario conocer bien cuáles son los factores de riesgo y saber si uno tiene mayor o menor predisposición. Por eso, en este post explicaremos cada uno de los puntos que ponen a la persona en mayor riesgo de padecer una enfermedad coronaria que termine derivando en infarto.

-Hipertesión arterial
Es de las enfermedades cardiovasculares más comunes. El corazón bombea la sangre oxigenada a través de las arterias y hacia todos los órganos del cuerpo. Cuando la sangre transita por las arterias genera una presión. Hipertensión es cuando el promedio de la presión sitólica (también llamada máxima se mide cuando el corazón se contrae) y diastólica (mínima, se mide con el corazón en reposo) supera el límite de 140 mmhg para la primera y  90 mmhg para la segunda.
Como este punto se refiere a la fuerza que ejerce la sangre al pasar por las arterias, si las arterias contienen placas de colesterol inestable, esta presión puede movilizarlas y causar un bloque que derive en un infarto.
La hipertensión puede regularse con medicación y con un estilo de vida saludable.

-Tabaquismo

Esta enfermedad se lleva el primer puesto  como causa de muerte prevenible, según la Organización Mundial de la Salud. Es la adicción a la nicotina que contienen los cigarrillos, además de otros miles de químicos más. Hay muchas enfermedades que se relacionan con el hábito de fumar (cáncer, EPOC, trombosis, etc), pero una de las principales son las cardiovasculares. Los infartos, las obstrucciones coronarias, de arterias en las piernas, del cerebro o la aorta, como también arritmias.

Solo fumar un cigarrillo al día, aumenta el riesgo de infarto cardíaco y ACV. Las posibilidad de padecer una cardiopatía es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este vicio. Un ex fumador puede recuperar su salud, ya que cuanto más tiempo pase sin exposición al humo, más se diluyen los efectos negativos, aunque no desaparecen por completo. La incidencia de la patología coronaria es tres veces mayor en fumadores que en no fumadores.
La nicotina y el monóxido de carbono son los responsables de producir isquemia cardíaca. La primera libera adrenalina y noradrenalina que dañan las paredes internas de las arterias, también aumenta el tono coronario con espasmo, genera alteraciones en la coagulación, sube el colesterol LDL (llamado “malo”) y reduce el HDL. En el caso del Monóxido de carbono sus efectos están relacionados a la disminución de oxígeno al músculo cardíaco y el aumento de colesterol y de agregabilidad plaquetaria (es decir la capacidad de formar coágulos).


-Dislipidemia
Este punto se refiere a la alteración de los triglicéridos y del colesterol. El colesterol forma parte de la estructura de la membrana de las células, sirve para la producción de las hormonas cortisol, aldosterona y las sexuales. También participa de la producción de vitamina D y sales biliares. Su manera de circular por el organismo es a través de partículas llamadas lipoproteínas y hay tres tipos: LDL, HDL y VLDL. El LDL es el que contribuye con el depósito de grasas en las paredes de las arterias, que son las que forman las placas que estrechan el diámetro de la arteria y por ende, el espacio por el que circula la sangre. Cuando estas placas cierran el paso por completo, impiden que la sangre llegue al corazón y los tejidos irrigados mueren. A esto se le llama infarto de miocardio.
El nivel de colesterol total en sangre debe estar entre 150 y 200 mg/dl para estar en los parámetros normales, si es superior puede ser perjudicial para el cuerpo y relacionarse con la arterioesclerosis. Para que el LDL sea un valor normal tiene que ser menor a 130 mg/dl (sin embargo los pacientes cardíacos deben mantenerlo bajo los 100). Los valores normales del HDL en mujeres es mayor de 50 y en hombres mayor a 40 mg/dl.
Cuando el paciente sufre dislipidemia puede presentar acumulación de colesterol en la piel o en los tendones, también los xantelasmas palpebrales (colesterol en los párpados), anillos corneales (un círculo amarillento alrededor de la córnea).
Los Triglicéridos también son lípidos pero están en el tejido adiposo e intervienen en el endurecimiento y estrechamiento de las arterias. Los triglicéridos se almacenan en los tejidos como reservas de energía para los músculos y el cerebro. El nivel normal de triglicéridos en sangre debe ser menor a 150 mg/dl. Si es mayor, comienza a enfermar a las arterias. Están estrechamente vinculados a la diabetes y a la obesidad.

-Sedentarismo
El ejercicio es bueno para regular el peso, disminuir la grasa corporal, fortalecer el músculo cardíaco. Las personas sedentarias son más propensas a la obesidad y a desarrollar las enfermedades asociadas a la misma. Quienes se ejercitan regularmente tienen menos infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y cáncer de colon, mama y vejiga.
El ejercicio también controla la diabetes, la hipertensión y el colesterol, así como reduce el estrés y la ansiedad.
Pero uno de los beneficios principales que aporta el ejercicio es mejorar las células que recubren las arterias por dentro.
Se recomienda al menos realizar 30 minutos diarios de ejercicio, que puede ser desde una caminata hasta una rutina de entrenamiento más intensa. Los pacientes que tienen enfermedad cardíaca deben consultar con su cardiólogo la intensidad y el estilo de ejercicios que pueden realizar.
infarto


-Consumo de drogas y alcohol
El alcohol en exceso y a lo largo del tiempo puede dañar el corazón, ya que es tóxico para el músculo cardíaco y lo debilita. Según estudios realizados en animales, el etanol deprime la contracción del miocardio y además, libera catecolaminas desde la médula suprarrenal, lo que puede disfrazar la depresión del músculo cardíaco. Con el tiempo, este desgaste, puede producir miocardiopatía dilatada (corazón dilatado) y derivar en insuficiencia cardíaca. En algunos casos, el alcohol también puede generar arritmias como la fibrilación auricular.
En referencia al consumo de drogas (sustancias adictivas usadas para la estimulación o depresión del sistema nervioso central), cada tipo en especial tiene diferentes efectos y consecuencias en el cuerpo humano. Por ejemplo, la cocaína y sus derivados actúan sobre el sistema cardiovascular como consecuencia de la activación del sistema nervioso simpático. La adrenalina aumenta su concentración hasta cinco veces por sobre los niveles normales, se produce taquicardia, vasoconstricción e hipertensión. Según la Fundación del Corazón el peligro de sufrir un infarto agudo de miocardio en personas de bajo riesgo es 24 veces superior durante los 60 minutos siguientes al consumo de cocaína (independientemente de la dosis o de si es la primera vez que se consume). El éxtasis tiene consecuencias muy similares ya que estimulan la liberación de noradrenalina, dopamina y serotonina del sistema nervioso central.
En el caso de la marihuana, la dosis sí importa en los efectos cardiovasculares. Cuando es baja o moderada genera taquicardia y aumento del gasto cardíaco. Cuando la dosis es elevada genera bradicardia e hipotensión (baja de presión).Según la Fundación del Corazón el riesgo de infarto es 4,8 veces superior en los 60 minutos siguientes al consumo.

-Diabetes

es una enfermedad crónica referida a la alteración de la producción de la hormona insulina (disminuye o desaparece), lo que lleva a una elevación de la concentración de azúcar (glucosa) en la sangre. El nivel de azúcar en sangre en ayunas no debe superar los 126 mg/dl para ser normal.
Los pacientes con diabetes tienen mayor riesgo de ACV y enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio o angina de pecho. Además, pueden cursar eventos cardíacos de manera asintomática lo que hace más difícil el diagnóstico y el tratamiento a tiempo.

-Obesidad
También se trata de una enfermedad crónica en la que hay excesivo tejido adiposo (grasa). La obesidad es de los principales factores de riesgo para el infarto y otras enfermedades coronarias. Está asociada a la mala alimentación y el sedentarismo. Trae complicaciones como altos niveles de colesterol y triglicéridos, así como diabetes, hipertensión, trombosis venosa profunda, síndrome metabólico y problemas en los huesos y articulaciones, entre otros.


-Genética
La herencia es algo de lo que nadie puede escapar. Si hay antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, las posibilidades de padecerlo son mayores. Por eso la prevención es fundamental.
La etnia también influye, los descendientes de raza africana tienen mayor probabilidades de sufrir enfermedad coronaria.



domingo, 21 de mayo de 2017

trucos para llevar una vida más sana



Con el vertiginoso ritmo de vida que llevamos se hace difícil cumplir con los compromisos y mantener hábitos sanos. Generalmente, cocinar alimentos saludables lleva más tiempo y preparación que la comida prefabricada. También, si nos toca comer en la calle es más complicado encontrar un lugar donde se consiga comida baja en grasa, en sodio y que aporte nutrientes. La comida chatarra o los platos calóricos son los que están más a mano, lo mismo sucede cuando nos da hambre a media mañana o media tarde y no sabemos qué comer,  la tienda y las panaderías siempre son una gran tentación.
Ni que hablar de la falta de tiempo para ir al gimnasio o hacer ejercicio en casa. Abundan las excusas, los contratiempos y la agenda sobrepoblada.
Pero la salud cardiovascular no entiende de excusas ni de contratiempos, por eso, les daré algunos consejos para mejorar la calidad de vida a pesar de las presiones de la rutina.
-Consejos para comer mejor:
Para las comidas en casa, asegurarse de tener la cocina provista de bastantes vegetales, frutas, granos y proteínas.
Cuando comas en restaurantes elige opciones a la plancha o a la parrilla, antes que frituras.
Es preferible hacer porciones pequeñas que llevar una dieta estricta y llena de privaciones.
Los alimentos ricos en fibras (granos, vegetales, legumbres) ayudan a generar saciedad al consumirlos, lo que evitan los atracones.

Elimina las bebidas colas y altamente azucaradas, es preferible jugos naturales (sin azúcar agregada) o simplemente agua (para que no sea tan aburrido tomar agua, se le puede agregar un toque de limón o algún cítrico). 
Saca de tu dieta los alimentos altos en grasas saturadas (en su mayoría provienen de proteína animal) e incorpora frutos secos (nueces, almendras, castañas, etc), semillas, aguacates y frutas.
Evita los aceites parcialmente hidrogenados y opta por aceite de oliva virgen u otro alto en omega 3. Otros aceites altos en grasas que son preferibles evitar son el de palma y de coco.
Busca comida rica en vitamina B-12, D, calcio y zinc
Encuentra reemplazo para los ingredientes muy grasosos o calóricos, por ejemplo, reemplazar la crema de leche por yogurt bajas calorías.
Tomate tu tiempo para comer relajado y no lo hagas en el escritorio, o mientras usas el teléfono o discutes cuestiones de trabajo.
Elimina los alimentos enlatados o conservas ya que suelen tener un grado alto de sodio.
Consume snacks saludables en lugar de golosinas, dulces o comida chatarra.
-Consejos para ejercitarse:
No olvides hacer de 5 a 10 minutos de precalentamiento para evitar desgarros, calienta todo tu cuerpo no solo los músculos que se utilizarán en el ejercicio.
Comienza lento y ve incrementando el tiempo de ejercitación poco a poco, cada día. Así tu cuerpo y tu corazón se irán habituando al ejercicio y no sentirás frustración por no poder cumplir la rutina.
Hidrátate bien durante la actividad física, dando pequeños sorbos y dos horas antes comienza a hidratar tu cuerpo. 
Si te ejercitas acompañado es más difícil que renuncies y vuelvas al sedentarismo, involucra a tu familia, amigos o compañeros de trabajo.  Aprovecha el fin de semana para llevar a los niños al parque y súmate también a hacer actividad física.
Qué el tiempo no sea un problema: utiliza tu hora de almuerzo en el trabajo para ir a dar una caminata, usa las escaleras en lugar del ascensor, dejar el carro parqueado a un par de cuadras para caminar hasta el lugar de destino.
Si no te gusta hacer gimnasia o practicar un deporte, una buena caminata puede ser la solución. Debe ser a ritmo constante y sin detenerse, la música puede ser una buena compañía si no pudiste convencer a nadie. Lo recomendable son 30 minutos diarios de ejercicio, pero si no hay tiempo para una larga caminata puede repartirse el tiempo en varios paseos.

Así como hay que precalentar antes de comenzar, hay que enfriar el cuerpo y no frenar el ejercicio de golpe. La idea es reducir gradualmente la actividad para evitar mareos y recuperarse más fácil.
Luego del ejercicio se necesita recuperar energía así que hay que consumir proteínas, carbohidratos saludables y mucha agua.
-Consejos para una vida balanceada y con menos estrés:
No importa cuánto apremien las responsabilidades y la agenda, hay que encontrar diariamente un momento para estar en calma y bajar el ritmo cotidiano.
La meditación es una buena actividad para equilibrar la mente y además tiene efectos muy beneficiosos en el cuerpo y en la regulación del ritmo cardíaco y la presión arterial.  Se puede comenzar con unos minutos e ir aumentando el tiempo. Es recomendable hacerlo con un guía o con un audio de meditación guiada al principio. 
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El yoga es otra actividad que permite relajar el cuerpo y la mente, es una práctica oriental ancestral que colabora con la salud física y espiritual. Ayuda a enfocar la mente, la respiración y la relajación.
Encuentra una actividad que disfrutes y cambie tu humor, puede ser un hobbie, bailar, ser voluntario para acciones solidarias, una actividad social. Esto permitirá que te desconectes de las presiones diarias.
foto: paho
Respeta tus horarios para dormir, asegúrate de hacerlo las horas necesarias y siempre es mejor tener una rutina para no alterar los ciclos de sueño. Es recomendable no tener aparatos electrónicos en el dormitorio y la TV podría contribuir a horas de desvelo.

Date tu tiempo para disfrutar: un viaje, masajes, una caminata al aire libre, una salida con amigos
No subestimes tu salud mental y emocional, si sufres depresión, ansiedad o estás atravesando un duelo, consigue ayuda profesional.







martes, 16 de mayo de 2017

Diferencias entre dispositivos cardíacos

Muchas veces para el paciente, y sobre todo para sus familiares es difícil entender la diferencia entre los dispositivos cardíacos y para qué sirven. A simple vista los marcapasos, resincronizadores cardíacos y cardiodesfibriladores implantables (CDI) son muy similares: tienen forma muy similar y varían levemente en su tamaño, los tres se implantan debajo del hombro izquierdo y llevan cables electrodos (depende el modelo y el tipo de dispositivo varía la cantidad) hasta el corazón, tienen post operatorios similares y también los tres se indican para tratar las arritmias. Sin embargo este es el punto que los diferencia porque si bien tratan las alteraciones eléctricas del corazón, cada uno de ellos está indicado para tipos de arritmia diferentes y asociado a patologías distintas también.

El Marcapasos está indicado para:
  • Bloqueo auriculoventricular completo
  • Bradicardia sinusal sintomática
  • Paro sinusal
  • Fibrilación auricular de baja respuesta ventricular
  • Existen otras condiciones en donde el médico evalúa la indicación de un marcapasos poniendo en la balanza el riesgo y beneficio.
   El resincronizador está indicado para:

  • Insuficiencia Cardíaca cuando la condición crónica está asociada a bloqueo completo de rama izquierda.
  • Fracción y eyección <35 por ciento
  • Clase funcional III-IV y II-III (NYHA).
  • Tratamiento óptimo por al menos 6 meses.

El Cardiodesfibrilador Implantable está indicado:


  • Pacientes con riesgo de muerte súbita con arritmias como taquicardia ventricular y fibrilación ventricular. 
  • Se indica en quienes que hayan tenido episodios de estas arritmias, o que su corazón esté débil o sea demasiado grande como para poder bombear correctamente. 






sábado, 13 de mayo de 2017

Arritmias y deportes


 
fotos: Agencia Andes
Las personas que hacen deporte con intensidad o se dedican a esto de manera profesional suelen llevar una dieta equilibrada, sin vicios que afecten su desempeño (como fumar o tomar alcohol) y cumplen con los requisitos de evitar el sedentarismo para tener un cuerpo sano. Por eso sorprende tanto cuando una persona que realiza ejercicio físico diariamente se enferma y del corazón.
Hay muchos factores que pueden incidir en que esto suceda. Uno de ellos es que el corazón es también un músculo y un entrenamiento de resistencia puede generar cambios estructurales en el órgano, que afecten la conducción eléctrica. Otro de ellos son las enfermedades congénitas que no son detectadas a tiempo. Toda persona que vaya a comenzar a ejercitarse con regularidad necesita hacer previamente una visita con el cardiólogo para que le realice exámenes de rutina como el electrocardiograma para darle el apto físico para que comience con la actividad.
Los casos más comunes de arritmias en atletas son  la dilatación auricular y ventricular izquierda, la hipertrofia ventricular, bradicardia sinusal, bloqueo aurículo-ventricular, ondas T negativas, y elevación del punto j.
Algunas arritmias se producen por causas congénitas como la fibrilación auricular (que también puede ser adquirida como consecuencia de otras patologías que afectan la fisionomía del corazón). Cuando  es una raíz genética es porque ciertas células del corazón laten fuera del ritmo y cumplen una función de marcapasos que afecta al correcto latido del corazón, produciendo la arritmia.
Otra de las arritmias congénitas es el Wolff-Parkinson White. En las personas con el síndrome algunas de las señales eléctricas del corazón bajan por una ruta adicional. Esto puede causar taquicardia supraventricular.
Deportistas de alto rendimiento y la Fibrilación Auricular

Sin embargo, recientemente fue publicado en la revista European Heart Journal un estudio del grupo de Enfermedades Cardiovasculares del Hospital Clínico de Barcelona que relaciona predisposición a tener la arritmia fibrilación auricular con la práctica deportiva de alta intensidad.
Este estudio analizó a 1160 pacientes a lo largo de dos años. Uno de los descubrimientos fue que el seis por ciento del grupo padecía fibrilación auricular y eran menores de 65 años. Este porcentaje eran 32 pacientes (todos hombres) que habían realizado actividad deportiva de alta intensidad durante la juventud y parte de la etapa adulta, pero que ahora se habían convertido en sedentarios.
Al grupo de los que habían sido deportistas se lo contrapuso con un grupo de pacientes de fibrilaciòn auricular, menores de 65 años, que habían llevado una vida sedentaria. Lo que los investigadores encontraron es que el grupo de los deportistas había comenzado con las crisis de arritmia a más temprana edad pero tenían menor incidencia de hipertensión arterial, además los episodios de arritmia sucedían durante el descanso, principalmente en la noche. Mientras que en el grupo de los sedentarios no se pudo encontrar una clara relación.

Este estudio también encontró que en los pacientes con fibrilación auricular, los deportistas representaban el 63 por ciento. Esto es un porcentaje mayor al de incidencia de la población general.
El estudio abre una llamada de atención pero aclara que para que los resultados sean concluyentes y se pueda relacionar al ejercicio intenso y prolongado con un factor de riesgo para la fibrilación auricular, hace falta más estudios realizados a 10 o 20 años.
¿Qué ejercicios se reconocen como moderados?
-Caminar
-Bailar
-Juegos y deportes con niños
-Pasear a las mascotas
-Trabajos de reparaciones domésticas como pintar o arreglar el techo.
-Levantar peso moderado

¿Qué significa actividad deportiva intensa?
-Running
-Escalar
-Bicicleta (a gran velocidad)
-Aeróbics
-deportes competitivos como fùtbol, tenis, hockey, voleibol.
-levantar cargas pesadas

Lo recomendado mundialmente es 30 minutos diarios de ejercicio moderado para tener una vida sana. Los controles previos a comenzar la actividad son importantes, más si es mayor de 45 años y si tiene diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo o alguna otra enfermedad que pueda verse afectada por el ejercicio.
Cuando el deporte se realiza en intensidad y duración moderada, no solo no aumenta el riesgo de arritmias sino que la reduce. La obesidad es un factor de riesgo para sufrir fibrilación auricular, en esto también el ejercicio moderado ayuda a reducir el riesgo, facilitando la quema de grasas.