La circunferencia abdominal es
indicador de salud. Superar los límites conlleva a una mayor predisposición a
sufrir enfermedades. Entérese qué dice su cintura de usted.
Foto: © Tomnex | Dreamstime.com - Fat Belly Photo
Los principales indicadores de la salud nutricional son el peso y el
índice de masa corporal (IMC). Éste último se utiliza para determinar el tipo
de estado nutricional, que se clasifica en infrapeso, tipos de delgadez, peso
normal, sobrepeso y distintos niveles de obesidad. Sin embargo, ninguno de
estos dos indicadores mide el porcentaje de grasa que tiene el cuerpo. Ya que
un kilo de grasa ocupa mucho más espacio que un kilo de músculo. Así que la
manera más fácil de saber cuál es el nivel de grasa de nuestro cuerpo es
midiendo la circunferencia abdominal. Para hacerlo de manera correcta se
debe tomar una cinta métrica, la persona debe estar de pie con los pies juntos
y los brazos a los costados. Se rodea el abdomen con la cinta a la
altura del ombligo, con el abdomen relajado, se toma la medida.
En las personas, la grasa puede depositarse en brazos, glúteos y piernas
(forma de pera), o en la zona abdominal (forma de manzana). Los del segundo
tipo son más propensos a sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre
otras patologías. Ya que la grasa acumulada también se deposita en los
principales órganos del cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó las medidas límite
para cada sexo. Para la mujer, el límite de la cintura antes de comenzar
a correr riesgos es de 88 centímetros, mientras que de los hombres es de
102. Los porcentajes de grasa corporal en un adulto sano son entre el 12 y el 20
porciento para los hombres y el 20 y el 30 porciento para las mujeres.
Los riesgo
Cuando se superan los 88 y 102 centímetros de circunferencia abdominal, aumentan
los riesgos de sufrir alteraciones del colesterol, aumento de triglicéridos,
mayor riesgo a sufrir gota, diabetes, hipertensión y trombosis. La
acumulación de grasa no sólo radica en los hábitos alimenticios, el consumo de
tabaco, estrés y sedentarismo, también existen factores genéticos y hormonales
que predisponen a ello.
En el caso de la diabetes tipo dos, un perímetro abdominal mayor a 103
centímetros en el caso de las mujeres aumenta catorce veces las posibilidades
de sufrir la enfermedad. En el caso del hombre, si supera los 112 centímetros
tendrá siete veces más posibilidades de tener diabetes tipo dos.
En el caso del infarto, se realizó un estudio a mujeres en Estados
Unidos, en 2008 que concluyó que aquellas que tenían perímetro abdominal
elevado tenían el doble de riesgo de morir de infarto de miocardio que aquellas
que tenían menos de 70 centímetros. Para las mujeres, una cintura mayor de 90
centímetros aumenta los riesgos de enfermedades cardiovasculares y cáncer (este
último el 63 por ciento más).
Cintura y muerte súbita
Otro de los riesgos que se corre al tener panza es la muerte súbita, que
es la muerte por una pérdida abrupta de la función cardíaca, se produce inesperadamente
y en menos de una hora luego de que comenzaron los síntomas. Así lo descubrió
el el equipo de Ahmet Selcuk Adabag, del Centro Médico de Asuntos de Veteranos,
en Minéapolis a través de una investigación en la que se tomaron casos de
14.941 hombres y mujeres, de un promedio de 54 años de edad que se
siguieron durante 13 años. Durante el estudio -que fue publicado en la revista
Heart de la Sociedad Cardiovascular Británica- se produjeron 253 muertes
cardíacas súbitas . Los investigadores encontraron que los pacientes con una
relación más alta de cintura-cadera, tenían más del doble de riesgo de muerte
cardíaca súbita, que aquellos cuya proporción era normal.
Una de las grandes sorpresas fue que el índice mayor estaba entre los no
fumadores, pero los médicos no pudieron identificar el motivo.
¿Cómo reducir la grasa abdominal?
La hidratación es un factor muy importante porque ayuda a evitar la
retención de líquidos. Dentro de la dieta se debe eliminar las grasas
saturadas, los azúcares y las calorías excesivas. Pero es importante no
realizar restricciones calóricas severas porque produce que el metabolismo sea
más lento y el cuerpo tarda más en eliminar las grasas. Entre los cambios de
hábitos alimenticios se recomienda hacer cenas livianas y no irse a dormir
justo después de comer.
El ejercicio es clave para quemar grasas, lo aconsejable es combinar
aeróbico con ejercicios de fuerza para tener un fuerte gasto calórico, a la vez
que se fortalecen los músculos y aumenta el metabolismo basal (valor mínimo de
energía que necesita una persona en estado de reposo), ya que a mayor
musculatura mayor metabolismo basal.
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