Las extrasístoles
ventriculares se definen como un latido extra, son arritmias que se dan
frecuentemente en personas jóvenes y personas con enfermedad arterial
coronaria. Pueden curarse definitivamente.
Se hace de noche, la hora de descansar, los ruidos de la
casa son mínimos y es más fácil registrar lo que sucede a nuestro alrededor y
en nuestro interior. Un latido extra, una pausa.
Así es como los pacientes describen lo que le producen las
extrasístoles ventriculares. Es una arritmia que consiste en un latido de más
del corazón de corta duración y suele presentarse en gente joven y en pacientes
con enfermedad arterial coronaria o cardiopatía isquépica. “Los pacientes
sienten palpitaciones que vienen y se van.
Suelen comentar que cuando se acuestan sienten un latido de más y una
pausa. Tras esa pausa sienten que el corazón se paraliza. Eso asusta y agobia”,
comenta el electrofisiólogo Luis Gómez Macías.
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electrocardiograma PRE ABLACIÓN |
De los 100 mil latidos por día, cuando hay más de cinco mil
extrasístoles se considera que el paciente debe recibir tratamiento. Aunque el
número sea menor, si el paciente siente todos los latidos extras también se
aplica el tratamiento porque esto repercute en su calidad de vida.
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electrocardiograma POST ABLACIÓN |
Las extrasístoles suelen estar acompañadas de enfermedad
arterial coronaria o cardiopatía isquémica, muchas veces se producen porque la
enfermedad en las arterias está progresando y el latido es lo que genera la
isquemia miocárdica.
Pero otras veces, esta arritmia se presenta en un corazón
estructuralmente sano. En estos casos, suele aparecer en jóvenes. “Son focos
que se activan en ciertos lugares del corazón porque el calcio de esas células
genera una actividad de marcapaso. Entonces,
la extrasístole se activa independiente de los latidos del corazón”,
explica Gómez Macías.
También hay extrasístoles ventriculares que están asociadas
a cardiopatías congénitas como la displasia arritmogénica del ventrículo
derecho y el miocardio no compacto.
¿Cómo afecta el
deporte?

El ejercicio puede hacerlas disminuir porque activa las
corrientes normales del cuerpo, no los grupos de células que actúan como
marcapasos. “Cuando se exacerban con el ejercicio o se intensifican entonces
hay que parar el ejercicio. Hay que definir cuál es su causa y dar
tratamiento”, advierte Gómez Macías y también dice que las extrasístoles pueden
conllevar a arritmias potencialmente mortales, como la cardiopatía congénita
como un síndrome de QT largo puede llevar a una torzada de punta y eso es lo que mata a estos pacientes.
¿Cómo se tratan?
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mapeo 3d en ablación |
En el caso de los pacientes que tienen enfermedad arterial
coronaria o el corazón está estructuralmente mal por una cardiopatía isquémica,
lo que se hace es estudiar esta patología a través de un estudio en las
arterias del corazón. Si las arterias están tapadas, hay que destaparlas porque
la arritmia yace en la isquemia del corazón, en la falta de irrigación.
Cuando el corazón es normal estas arritmias pueden ser
idiopáticas, es decir que no tienen una causa definida, que son grupos
celulares que se ubican en el corazón y que actúan como marcapasos. Estos
grupos celulares no se activan en todas las personas.
Las extrasístoles se pueden curar definitivamente con la
ablación. A esto se recurre cuando la medicación no es suficiente para tratar
esta arritmia. Cuando el paciente se trata con medicación debe tomarla de por
vida o hasta que se vaya la arritmia.
¿Qué es una ablación?
Consiste en quemar los focos arrítmicos mediante un catéter.
“En la ablación, al colocar los catéteres dentro del corazón uno busca el sitio
de actividad eléctrica caliente donde se genera el impulso a través de un mapeo
tridimensional, lo que uno hace es ablacionar, es decir quemar, el foco donde
se origina la arritmia. Al quemar el foco, se elimina para siempre la arritmia”,
relata el electrofisiólogo y asegura que el porcentaje de éxito de la ablación
de extrasístole ventricular es entre 70 y 80 por ciento. “En un 20 a 30 por
ciento la arritmia no se puede ablacionar porque está más allá del músculo o de
lo que el catéter puede llegar”, aclara.
El procedimiento de la ablación se realiza con el paciente
despierto y puede durar entre una y tres horas.
“Todo procedimiento en el corazón lleva riesgos, y cuando uno quema
lleva riesgos de perforación cardíaca. Son de 0,25 por ciento. Es bajo el
riesgo pero es contemplable. Después de la ablación pueden aparecer molestias
como hematomas o dolor”, cuenta Gómez
Macías.
Cuando se realiza este tratamiento, el paciente permanece
internado durante 24 horas y al día siguiente se va a su casa, con medicación.
A partir de los 15 días puede reincorporarse a su actividad laboral y para
retomar su ejercicio físico habitual debe esperar de 15 a 30 días, según indicación médica.
Al mes se realiza el primer control y el segundo a los tres
meses. Allí se evalúa si la arritmia ha desaparecido o disminuido. “Si de 20
mil extrasístoles pasa a tener 5 mil o 2 mil eso ya se considera un éxito”,
asegura el electrofisiólogo.
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